En perros y en gatos de edad avanzada normalmente a partir de los 7 años,  se puede presentar un desgaste del sistema nervioso central o envejecimiento cerebral, mostrando un conjunto de signos similares a los de la enfermedad de Alzheimer de las personas.

Los signos más característicos son los siguientes:

  • Actividad: Se muestran nerviosos, agitados, y caminan sin rumbo. Se muestran deprimidos o apáticos.
  • Desorientación: Disminución en la interacción con los miembros de la famila,
  • Reconoce menos los familiares, los lugares u otras mascotas con las que convive.
  • Se pierde en lugares concretos.
  • Interacción social: disminución del interés por jugar.
  • Vocalización inapropiada: Lloriquea constantemente o ladra sin razón aparente.
  • Ciclo del sueño- vigilia: Duermen de manera agitada o se despiertan por la noche.
  • Duerme más de día.
  • Se orina sin darse cuenta.
  • Hace sus necesidades en casa a pesar de haber salido a pasear.

Por ejemplo, un perro que tiene miedo a los niños, se puede volver más reactivo, irritable y agresivo, a medida que comienza a sentirse más incómodo,

Problemas dentales y procesos de artrosis que causen dolor también pueden exacerbar estos signos.

Estos cambios pueden resultar frustrantes para el propietario, ya que dejan de comportarse como animales de compañía.

¿Qué causa estos problemas?

Los animales al igual que las personas, producen cada día radicales libres, durante la juventud, los perros sanos producen antioxidantes que neutralizan los radicales libres evitando así que puedan causar daños a las células cerebrales.

A medida que las mascotas envejecen, producen más radiales libres y menos antioxidantes.

Diagnóstico:

Cuando estos signos aparecen es importante comentarlo y valorarlo en las revisiones al veterinario. A veces es importante descartar otras causas como pueden ser procesos dolorosos provocados por la artrosis o descartar que no haya una causa orgánica mediante una analítica, diagnóstico de imagen y en caso de que se sospeche descartar causas endocrinas.

Tratamiento:

En función del grado de «senilidad» se valorará recetar  neuroprotectores que han demostrado aportar antioxidante y mejorar la transmisión eléctrica de las células nerviosas y el cerebro. Se pueden empezar a ver mejoras en 3-4 semanas.

También en función de la severidad habrá que dar medicación para la mejora de la perfusión cerebral y ansiolíticos o calmantes para ayudar a conciliar el sueño.

Como siempre toda medicación debe estar supervisada y pautada por un veterinario.

Aparte de la medicación también podemos trabajar la conducta y crear un ambiente donde se sienta más seguro:

  • Manteniendo un peso adecuado y una dieta equilibrada que tenga en cuenta los requerimientos nutricionales de una mascota geriátrica.
  • Sacar el perro más veces al día y hacer paseos más cortos. Así se estimula más el ejercicio mental.
  • Continuar trabajando las órdenes básicas como: sienta, quieto dar la pata, tierra, ven, como ejercicio mental.
  • Mantener el juego: buscar una pelota o estimular el rastreo escondiendo premios,
  • Debemos tener presente que la oído se deteriora con la edad, por eso tal vez necesario intentar dar órdenes claras, simples, forzando la expresión corporal.
  • Si el perro se hace pipi en casa, se le debería ayudar a reaprender la conducta, acompañarlo  al exterior de manera frecuente, como cuando era cachorro.
  • Para la mejora de conducta también debe hablar con un veterinario o valorar la necesidad de contactar con un adiestrador.

En los controles geriátricos de Animalia realizamos tests de detección de disfunción cognitiva tanto para gatos como para perros.

Si tu perro tiene más de 7 años y crees que puede empezar a sufrir signos de disfunción cognitiva, consúltanos !!

Comparteix l'entrada a les teves Xarxes Socials
Share on facebook
Facebook
Share on pinterest
Pinterest
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
Linkedin
Share on buffer
Buffer
Share on whatsapp
Whatsapp
Share on print
Print