Con la primavera llega el buen tiempo y es cuando comienzan a florecer las plantas y los árboles y también aparecen las espigas. Algunas gramíneas muy frecuentes en nuestra zona, forman unas espigas con semillas en forma de arpón que se pueden clavar muy fácilmente en el pelo o la piel de nuestras mascotas. Estas espigas al clavarse crean un orificio de entrada en la piel y pueden ir avanzando sin capacidad de retroceder y es aquí donde pueden crear grandes problemas. No sólo pueden entrar por la piel sino también por cualquier orificio: nariz, orejas, ojos, etc.
¿Qué puede indicar que nuestra mascota tiene una espiga clavada?
- Sacudida de orejas / cabeza: las espigas pueden entrar por los oídos de nuestra mascota y causarle dolor agudo, molestias y por eso empiezan a sacudir las orejas. A veces, en los perros con mucho pelo en las orejas (tipo Cocker), la espiga puede quedar atrapada en el pelo de alrededor de la oreja y poco a poco migrar por dentro del canal auditivo. Si es así puede causar irritación y si la espiga permanece en el mismo lugar puede desencadenar una infección en el oído.
- Estornudos: las espigas pueden entrar en los orificios nasales de nuestras mascotas mientras olfatean durante el paseo y causar estornudos repentinos y molestias en la zona de la nariz. Así pues se puede observar que el animal no para de frotarse la nariz con las patas u otros objetos.
- Tos: a veces, las espigas pueden entrar por la boca e ir hacia los pulmones causando tos que no se resuelve con antibióticos.
- Inflamación o irritación de los ojos: las espigas también pueden incrustarse en el borde medial del ojo, entre el tercer párpado y la córnea. Esto provoca un intenso dolor y el animal puede empezar a cerrar el ojo, parpadear más de la cuenta e incluso frotarse intensamente provocando la aparición de una úlcera en la córnea.
- Lamerse compulsivamente las patas: al pasear las espigas pueden quedarse pegadas en el pelo de las patas. Si no se quitan, éstas pueden migrar bajo la piel y causar pequeños abscesos que se manifiestan como nódulos enrojecidos que el animal no para de lamerse. Si no se revisan bien, estas espigas pueden migrar más internamente en la piel de las patas.
- Inflamación del cuello y de la boca: algunas espigas pueden quedar atrapadas entre los dientes de nuestras mascotas y provocar inflamación. También pueden migrar hacia la garganta y provocar la aparición de abscesos en la zona del cuello.
¿Por qué es importante revisar a nuestra mascota después del paseo y sacar las espigas?
Es importante que después de un buen paseo dedicamos algunos minutos a revisar la piel, sobre todo la zona de las orejas y patas (zona de los cojinetes plantares y interdigital). Las espigas no sólo pueden irritar y causar dolor si no también ha habido casos en que pueden migrar internamente. La migración interna puede provocar infecciones en cavidades como el tórax (piotòrax) o en la cavidad abdominal (peritonitis). Estos casos son los más graves y pueden poner en peligro la vida del animal.